Arquitecto: Toyo Ito
Año: 2005
Localización: Kakamigahara, Japón
Hemos decidido inaugurar esta sección en una semana muy especial, y la mejor forma que conocíamos era introducirnos en el mundo nipón, donde la muerte y el duelo están rodeados de rituales que se funden con una vida moderna y tecnológicamente avanzada.
De este modo, la arquitectura a la que hoy nos aproximamos, busca la cercanía y la serenidad donde un regio planteamiento funcional y ritual es superpuesto por una cubierta que parece fundir todo este procedimiento espiritual con el mundo natural, como olas que se aproximan a su calma.
La cubierta ondulada recoge las alturas de las diferentes estancias, incluyendo dos plantas en algunos puntos, para apaciguarse al llegar al lago, donde se cierra contra su propio reflejo en busca de la serenidad y el acercamiento al sentimiento vivido, donde es inevitable el altibajo emocional.
El resultado es un espacio continuo y doméstico, que permite el recogimiento y la búsqueda de la paz interior en un entorno que, contra toda apariencia, se encuentra sumergido en un mar de procedimientos y rituales con pautas muy marcadas.