Un joven indio llamado Jadav Payeng descubrió en 1979 (cuando aún tenía 17 años) cómo el río Brahmaputra había dejado un banco de arena en su cauce donde se encontraban decenas de reptiles muertos, principalmente debido a que la deforestación había eliminado cualquier fuente de sombra en el lugar.
El joven quedó tan marcado por esta catástrofe regional que lo llevó a iniciar una labor que, quizá sin conocer sus consecuencias aún, lo llevaría a cambiar el ecosistema para siempre en un periodo de 37 años. Plantando una serie de semillas de bambú en aquel momento, comprendió el potencial que albergaban; presentándose voluntario en las labores de repoblación de las áreas, terminó habitando una de ellas, y continuó esta labor por su cuenta.
El resultado es visible 37 años después, cuando este joven, ya adulta, ha continuado plantando las semillas que ha encontrado, haciendo que este banco de arena sea un nuevo ecosistema capaz de albergar una vida vegetal y animal exuberante, llamado «el bosque de Molai» en su honor.
La historia de Molai quedá recogida en el documental «Forest Man», donde aparece el increíble resultado de una propuesta personal que lo ha llevado a alterar el mundo que le rodea, generando lugares mejores y más vitales.