Definidos como «grandes edificios de varias plantas de altura, que aparecen en la zona montañosa del sureste de Fuijan», estas comunidades son mucho más.
Los «Fuijan Tulou» son edificios esencialmente circulares (aunque también existen de formas cuadradas y rectangulares) que cumplen el cometido de albergar y proteger a un clan completo de los bandidos y animales exteriores, confinando a hasta 80 familias entorno a un patio central, y separándolas de la inclemencia de la montaña por medio de muros de tapial de hasta dos metros de espesor.
Construidos a lo largo de los siglos XII a XX, los Tulou se componen originalmente en lo que a estructura se refiere de este muro perimetral: Un muro perforado solo en el único acceso y en diversos puntos estratégicos como troneras para cañones. El resto de estructuras que componen el Tulou son elementos casi desmontables, estructuras de madera que componen las viviendas y que cierran el patio en función de la necesidad de los habitantes. Estos conforman una colonia, una única comunidad que debe mantenerse y autogestionarse por medio de sus propios recursos y el comercio con los Tulou aledaños. 
Los Tulou han sido acogido como Patrimonio de la Humanidad, aunque de los 3000 que existen actualmente, muchos de ellos se encuentran en ruina sin un plan presupuestario que se dedique a su mantenimiento. Los habitantes de estas zonas montañosas han comenzado a emigrar hacia las grandes ciudades en busca de un estilo de vida diferente, dejando estas grandes estructuras como vacíos en el bosque, grandes patios ocultos cuyos balcones se asoman a una ausencia de vida abismal.
