Si bien algunos de los arquitectos célebres a lo largo de la historia se han caracterizado por su rudeza en este complejo proceso (Desde Brunelleschi a Le Corbusier1), me es imperativo hacer especial mención a Mies van der Rohe, junto con su Casa Farnsworth, como ejemplo de una nefasta gestión arquitecto-cliente.
En 1946, Mies conoce a la doctora Edith Farnsworth, una eminencia que había sido nominada hasta en dos ocasiones al premio Nobel. Desde ese mismo momento, la relación entre la conocida doctora y el arquitecto es sorprendentemente buena, y está cargada de rumores y “amarillismo” impropios de la época. Con el inicio del encargo de una casa de recreo junto al río Fox en Illinois (1949), la relación entre ambos se torna más tensa con las decisiones tomadas por el alemán, a todas luces lejos de los requisitos de su cliente, quien comenzó a sentirse ignorada.
La ausencia de mobiliario, control visual, e incluso iluminación artificial 2 son una carga más al hecho de que el presupuesto original queda superado en un 27%. Además, la falta de estudio de terreno y clima provoca que, durante las inundaciones anuales del río Fox, la casa fuese inaccesible y quedase literalmente anegada. Esta situación motivó un cese en los pagos, a lo que el arquitecto responde con una demanda judicial, donde anota que Edith era “una mujer despechada por su rechazo amoroso”. Farnsworth responde con una nueva demanda y, en defensa, su afamado “Less is nothing”.
Farnsworth vs Mies: La batalla legal
A pesar de los esfuerzos de la doctora, tanto legislativos como económicos, la justicia da la razón a Mies, obligándola a pagar, aunque para entonces la batalla legal había sido tan sonada que los medios de comunicación se habían hecho eco y una nube de calificativos comenzó a ceñirse a la figura del arquitecto a ojos de la sociedad norteamericana. Las características de la obra de Mies y sus formas con el cliente suscitaron conceptos en la prensa como “comunista” o “dictador” 3, y comenzó a tachársele de totalitarista o destructor de valores tradicionales 4.
La noticia llegó a oídos de Frank Lloyd Wright, quien no tardó en pronunciarse con lo que parecía un epitafio para su popularidad:
“La arquitectura de van der Rohe está desprovista de sentimiento y degrada al ser humano. […] Menos es más cuando lo ‘más’ no es bueno.” 5
Como resultado, y aunque los encargos para el alemán no cesaron en los años venideros, su notoriedad cayó en picado tras el ensañamiento de los medios, y su conocido “Less is more” comenzó a quebrarse sobre una duda de moralidad.
La perspectiva que nos da el tiempo nos permite preguntar: ¿Valió la pena, Mies?
[expand title=»Notas y fuentes»]
1- Filippo Brunelleschi en las obras de la cúpula de Santa Marie del Fiore (1471) o Le Corbusier y Pedro Curutchet (1952)
2- Mies decide prescindir de toda iluminación artificial, salvo lámparas eléctricas portables, debido a que la luz en los ventanales atraía numerosos insectos en la noche.
3- Revista House Beautiful, abril 1953.
4- Declaraciones de Frank Lloyd Wright sobre Mies y el estilo internacional.
5- “Less is more when more is no good” F.L.W., 1953.
Foto de cabecera: Casa Farnsworth durante el invierno de 2001
Fuentes:
La historia tras el mito de la casa Farnsworth
Mies van der Rohe y la Casa Farnsworth tendrán película de Hollywood
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