La palabra “gentrificación” aparece gracias a Ruth Glass en el año 1964. Esta socióloga denuncia lo que estaba ocurriendo en algunos barrios de Londres en esa década: Un desplazamiento de personas con pocos recursos, que ceden sus propiedades a la burguesía de la ciudad. En este proceso, Ruth observó como muchos de esos barrios pasaban a convertirse en “guetos de clase alta”.
Sin embargo, este término abandonaría las costas de Reino Unido para además complementar esa primera definición, que no era capaz de explicar la complejidad por la que se producen estos desplazamientos. Así, en la década de 1970-1980 este concepto es retomado por diferentes investigadores ingleses y norteamericanos, principalmente geógrafos, que añaden el entender este proceso como una bifurcación en la evolución social de los barrios centrales degradados. Se habla de una vuelta al centro, o mejor dicho, de una no partida al suburbio.
Recopilando algunas de las definiciones que se dan en este tiempo, nos encontramos con las siguientes:
“Es un fenómeno que ocurre simultáneamente a nivel físico, económico, social y cultural. Los procesos de gentrificación implican la apropiación de la clase media adinerada o con más recursos en barrios de clase trabajadora o del centro. Esto lleva a la sustitución o al desplazamiento de muchos de los antiguos ocupantes.”
Chris Hamnett, 1984
“Recientes patrones de dispersión de la clase media en barrios antiguamente ocupados por clase trabajadora o clase baja.”
Jon Caulfield, 1994
“La gentrificación es el proceso por el que barrios de clase baja y trabajadora de los centros de las ciudades se renuevan a través del influjo de capital privado y de empresas inmobiliarias. Barrios en los que se había frenado la inversión y se había procedido a un éxodo de la clase media. Un dramático e imprevisto giro a las teorías urbanas del S.XX que esperaban desarrollos distintos en los cascos históricos .”
Neil Smith, 1996
“Para que la gentrificación ocurra debe producirse la combinación de cuatro procesos:
1: La reorganización de la geografía social de la ciudad, incluyendo el desplazamiento, en áreas centrales, de un grupo social por otro con mayor estatus económico.
2: Una reagrupación espacial de individuos con características culturales y estilos de vida similares.
3: Un cambio en el entorno construido y el paisaje urbano, con la creación de nuevos servicios y la rehabilitación residencial, con las mejoras arquitectónicas que ello conlleva.
4: Un cambio en el sistema de propiedad en el que, en la mayoría de los casos, esto lleva a la subida de los precios de los inmuebles y a la extensión de la propiedad doméstica.”
Mike Savage y Alan Warde, 1993
Encauzando el término
Vemos como poco a poco, esas primeras definiciones se vuelven más complejas a través de la observación y discusión de estos procesos. Llegamos a una definición en la que es necesario que haya un desplazamiento de una población, una reagrupación de personas de rasgos similares en el espacio ahora vacío, una rehabilitación tanto de los edificios como del entorno que forman ese espacio, y, por último, un cambio en el sistema de propiedad de ese lugar.
En estos últimos treinta años, los cuatro rasgos mencionados de la gentrificación se han consolidado, pero eso no ha estancado al término, que ha seguido evolucionando gracias a los casos de estudio más singulares que han ocurrido en este tiempo. Se ha observado que no todos los procesos de gentrificación producen los mismos efectos, ni se producen por los mismos agentes. Así, podemos diferenciar distintos tipos de gentrificación.
En este contexto nace «Museo de los Desplazados», una interesante plataforma que pretende cartografiar y describir estos complejos procesos. Si como a nosotros, os preocupa o interesa este asunto de tanta actualidad, os invitamos a que visitéis el ya mencionado proyecto, e incluso os animamos a colaborar con ellos. Cada granito de arena cuenta para conocer mejor cómo podemos alterar estos fenómenos.
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