Si el otro día queríamos abrir la nueva web con la mejor sonrisa, hoy tenemos que invitaros a acompañarnos en una historia triste. Nos sumergimos en la carrera de la artista Marina Abramovic por primera vez con Imponderabilia hace unos meses, donde conocimos a su pareja. La pareja de artistas, Ulay (Uwe) y Marina se aventuraron en el mundo del arte experimental, generando una faceta mucho más sentimental y en sintonía con las relaciones humanas.
Sin embargo, eventualmente la pareja decidió acabar con su relación al experimentar una falta de inspiración, y acordaron avanzar cada uno desde un extremo de la Gran Muralla China, hasta encontrarse, abrazarse y no volver a verse jamás. Tan sentimental como dura para ambos, la performance se ejecutó sin publico y quedaron separados.
Treinta años después, en 2010, Marina realiza en el MoMA una retrospectiva de su obra, donde una parte llamada «The artist is present» consistía en pasar un minuto en silencio con Abramovic en una sala vacía. Los visitantes hacían colas para experimentar el momento, hasta que una persona apareció entre la multitud.
Uwe Laysiepen se aventuró en la sala, y se sentó durante un minuto con la que había sido su amada durante los años 70, en un silencio tan sentimental que aquellos visitantes que se encontraban presentes comenzaron a emocionarse. Tras cogerse de las manos, los artistas se despiden, una vez más, con 30 años de diferencia, pero en una experiencia sentimental similar. A continuación os dejamos una serie de imágenes del momento del encuentro.