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Entrevista con: Langarita y Navarro

María Langarita y Victor Navarro en la ETSAG. Cabecera PdS.

Como ya sabéis, en Patio de Sombras aprovechamos la visita de María y Víctor a la escuela de Granada para realizar con ellos la recurrente pregunta de nuestra sección Patios (+) Personales. Sin embargo, esta vez este contacto no quedaría solo en ello, y fueron tan amables de dedicarnos unos minutos más, en los que pudimos charlar con la Sierra y el barrio del Realejo de fondo. Si aún no habéis visto qué nos respondieron a la pregunta «¿Qué diferencia y qué une a la arquitectura del resto de las artes?» os invitamos a visitar dicha entrada. Si lleváis las cosas al día y ya conocéis su respuesta, continuad, que os dejamos cómo fue el resto de la entrevista. ¡Esperemos que disfrutéis y reflexionéis tanto como nosotros con la experiencia! Sin más dilación:

Entrevista con: Langarita y Navarro

Patio de Sombras (PdS): La docencia como manera de entender la investigación en arquitectura, ¿hasta qué punto es importante la escuela? ¿Es una de las mejores formas de mantenerse al día?

María Langarita (ML): Te mantienes al día, por su puesto. Las conversaciones que ocurren en la escuela tanto con compañeros, alumnos, como con otros profesionales es fundamental. Pero lo es en la escuela, lo es en el mercado y lo es en cualquier entorno. Para nosotros es una parte fundamental de la disciplina, del ejercicio de la arquitectura. El tiempo de formación y el tiempo del ejercicio se divide en una parte pequeña que corresponde al ejercicio en solitario o en intimidad, donde estás dibujando, pensando…  Pero otra parte también importante es escuchar y hablar con los demás. Este ejercicio es tan importante como la estructura clásica del dibujo en solitario. Forma parte.

PdS: Hay muchos estudios que acaban generando imágenes reconocibles como suyas. ¿Hay una intención de generar una marca con la arquitectura? ¿Se aleja esto de trabajar con, y entendiendo el lugar?

Victor Navarro (VN): Creo que como asunto sería un poco irrelevante, en el sentido en que en realidad produces según unos intereses. Entonces tus intereses a veces tienen que ver con unas condiciones formales, unas condiciones estéticas… Mientras que hay otra gente que tiene unos intereses totalmente diferentes. Las maneras de las que producir buena arquitectura son muchas, por lo tanto, si te repites, y en esa repetición eres capaz de producir buena arquitectura, es tan válido como si cada día estás reinventándote. Nosotros no tenemos una voluntad de ello, haces lo que puedes.

ML: Son las propias dinámicas de la oficina, incluso cuando una persona nueva entra a la oficina, aprende de nosotros a través de los trabajos que ya hemos hecho, y estos se vuelven a incorporar en los próximos proyectos.

PdS: Existe un pintor y escultor en España, que en sus ratos libres tiene el hobby de ser arquitecto. ¿Ha afectado este acercamiento a las artes de Juan Navarro Baldeweg a la metodología de trabajo en el estudio?

Espacio expositivo en el Canal de Isabel II.

ML: Fíjate, yo te diría que no es tanto su práctica artística o arquitectónica la que nos puede influir, porque ocurre al mismo tiempo que la nuestra. Pero de algo de lo que si hemos disfrutado de una forma privilegiada es de su biblioteca. Tenemos acceso a una de las más increíbles bibliotecas de arte, poesía, pensamiento, fotografía… Tanto de Juan como de Pepa que son el núcleo intelectual.

VN: Es una biblioteca que no es solo física, sino que también es mental. Material e inmaterial.

PdS: No son pocas las veces que nos incitan a entender el problema como una oportunidad. ¿Es optimismo, o solo una forma de enfrentarse a la intervención? 

ML: Es una oportunidad. El problema no es un problema. El problema es la gasolina que luego desemboca en una acción arquitectónica. Hemos comentado paralelismos entre el arte y la arquitectura, pero es verdad que a diferencia de otras artes, la arquitectura como arte no solamente se puede referir a sí misma ni se puede producir por si misma. Es un hecho original, fundamental, radica en el origen de la arquitectura en sí. Como un ejercicio de idea, de acción, sí que puede ser una cosa espontánea y propia, pero de ahí a la producción, generalmente necesita de la existencia del problema.

PdS: Actualmente poca gente se atreve a discutir el diagnóstico de un médico. En el campo de la arquitectura, sin embargo, cada vez es más común que gente sin ningún acercamiento a la misma no sólo opine, sino que decida. ¿Tenemos una visión muy elitista de la arquitectura o es la sociedad cada vez menos consciente de las capacidades de un buen arquitecto?

VN: Es una muy buena pregunta. Hay algo muy interesante, y es que es cierto que aunque la arquitectura posee unos conocimientos de experto por así decir, que de alguna forma deberíamos sacarle partido como sociedad -igual que un médico sabe mucho-, también la arquitectura va de algo que todos hacemos muy bien, que es vivir. Hay mucha gente que sabe vivir muy bien. Los arquitectos no somos a lo mejor quienes mejor sabemos vivir. Por lo tanto, que no se convierta en un espacio de experto y oyente, sino que sea un lugar de encuentro y debate, donde todos puedan tener una voz y ser escuchados desde los puntos en los que tiene más sentido que hablen. Es un buen comienzo que sea un espacio de encuentro, pero que sea repartido.

PdS: En este contexto, ¿cómo creeis que se debe actuar en las escuelas y en los estudios, para volver a unir a los arquitectos y a la sociedad?

ML: No estoy de acuerdo en que las sociedades y arquitectos se hayan divorciado y desunido. Podemos dar un paseo por una ciudad que conocemos, como la periferia o extrarradio de Madrid y veríamos una arquitectura que no tienen ningún interés, con ninguna construcción del espacio urbano de calidad y que no se ha pensado más allá de un interés inmediato a corto plazo. Pero vemos que esa ciudad se ha hecho en perfecta convivencia y en relación de los arquitectos y la sociedad. La sociedad ha querido promover ese edificio, el arquitecto ha construido el edificio. La sociedad ha querido que todo sean viviendas y se ceda espacio en otros lugares para otra actividad, y se ha hecho. En realidad, no es tanto una relación de responsabilidad frente a esa pérdida de comunicación o no de la sociedad con la arquitectura, que están de la mano. Sino la necesidad de reivindicar esas observaciones que se realizan fuera del medio de interés especulativo, económico o personal  -legítimo, pero individual, no como sociedad-. Esas lecturas que estructuran la ciudad tienen que aparecer. Buena parte de esa voz la pueden liderar los arquitectos, pero otros muchos agentes también. No es tanto un divorcio o un acercamiento, sino que deberíamos reivindicar ese espacio para todos como sociedad, y los arquitectos dentro de ella para hablarnos y entendernos desde un punto de vista de lo colectivo y de lo que compartimos.

VN: De hecho nunca se ha hablado más de arquitectura como hoy en día. Nunca se ha escrito o publicado tanto, está muy expuesto en los medios. Es algo que queremos hacer como para castigarnos.

ML: Como para reivindicar algunos errores. Hay una falta de debate crítica en el 90% de la masa grasa construida de la ciudad.

VN: Y hay algo también que es muy interesante. Nadie ha compartido tanta arquitectura como Instagram. Sin embargo yo te diría que a lo mejor los arquitectos todavía somos incapaces de producir las experiencias y los deseos que la gente proyecta en Instagram y que luego no se dan en la vida real. Igual que no tienes esos cuerpos que ves en los medios, o no tienes esas sonrisas de los anuncios.

ML: No desayunas en esa terraza…

VN: …con mantel y una parra que cae y solo está en un sitio en México, pero que quieres habitarlo, y en realidad, no es la sociedad la que se aleja. Es que nosotros no llegamos. Estamos un poco por detrás y tenemos que ponernos las pilas.

PdS: Parece que cada vez somos más conscientes de los efectos que producimos en la Tierra. En la arquitectura podemos generar grandes cantidades de desechos, o gestionar de formas muy eficientes el consumo energético de los edificios, aunque pueda resultar incoherente por la huella de carbono que producen esas soluciones constructivas. 

Intervención en antiguo depósito de aguas.

¿Alguna vez habéis proyectado con alguno de estos criterios como idea principal? ¿Cómo lo habéis enfocado?

ML: Siempre. El criterio cuantitativo del uso de la energía subyace en todos los proyectos. Pero en realidad desde nuestra experiencia, de lo que nos hemos dado cuenta tanto con nuestro propio ejercicio, como con el estudio de las obras de otros y del estudio de los objetos de uso cotidiano que han diseñado otros, es que la mejor forma que hay de gestionar la energía es hacer arquitecturas bellas que la gente ame.

Una silla bella que la gente ama, fabricada en los años 40, todavía seguirá vagando de casa en casa, siendo comprada y recomprada. Heredada y regalada. No se destruirá. La energía invertida en ese árbol que luego se cortó, se procesó y produjo esa silla sigue en el planeta. Ocurre con la Alhambra y con un montón de construcciones de arquitectura.

Hay un esfuerzo muy importante que es técnico, que tiene que ver más con tabla de Excell -cuantitativo-,  y hay un aspecto fundamental que parte de la capacidad que tiene esa arquitectura de establecer lazos afectivos con personas y luego ya con sociedades completas. Ahí la energía utilizada estará amortizado durante años y años.

PdS: En 100 años la técnica constructiva ha cambiado radicalmente, lo mismo ha ocurrido con la tecnología, y ahora cada vez mas estas dos trabajan conjuntamente. ¿Qué esperáis que pueda ayudarnos a solucionar la tecnología ligada a la arquitectura? ¿Seguís alguna investigación o tecnología esperando que algún día se aplique en arquitectura?

VN: La tecnología es todo. No podemos pensar en el ser humano sin la tecnología. Cualquier tecnología, desde la maceta, que es una tecnología super sofisticada para contener un elemento vegetal que pueda crecer, dosificarse, pero al mismo tiempo sacar el agua… Desde esos objetos tan livianos a unas estructuras espaciales, todas son necesarias. Y todas las que tengas al alcance de la mano pueden ser aplicadas en arquitectura. No diferenciaría entre las tecnologías de la arquitectura y otras. Todas continuamente deberían ser incorporadas y evaluadas si tiene sentido que sigan y permanezcan en la disciplina.

PdS: No sabemos a quién entrevistaremos en la próxima ocasión. En nuestra línea de querer generar debate y diálogo, queremos ofreceros la oportunidad de participar de este «juego». ¿Qué reflexión o pregunta, en relación al arte o a la arquitectura, le haríais a nuestro próximo entrevistado?

Una pausa en la que nuestros entrevistados se miran a los ojos con duda, a la par que sonríen.

VN: No sabemos quien va a ser…

ML: Es muy difícil…

Se produce otra breve pausa.

VN: ¿Que libro te falta por leer?

Cuando parece que la entrevista acaba.

VN: ¡Y léetelo ya!

Terminando así con sonrisas en el rostro y risas en el aire.

María y Víctor al final de la entrevista.

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